Es difícil desgranar una por una todas las falsedades que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Lleida vertió como respuesta al Comúen la carta al director del pasado 2 de febrero, pero lo intentaremos, como siempre, con afán de contribuir a que la ciudadanía de Lleida tenga toda la información sobre lo que pasa en su Ayuntamiento.
Según el equipo de gobierno han hecho una «buena gestión» del servicio del agua. Un par de datos: la factura que pagan las familias de Lleida por el agua es ahora tres veces y media más alta que cuando Ros asumió la alcaldía, hace 14 años. Y, a pesar de esta sangría para las economías familiares, Aigües de Lleida reclama una deuda de 41,5 millones de euros en la Paeria. ¿Buena gestión?
La guinda del pastel viene cuando el sr. Ros y su equipo sacan pecho sobre inversiones que «han subido más de 42 millones de euros». Cuando hablen de inversiones, cuenten también a la ciudadanía cómo se pagarán estas inversiones. Dígales a las familias que el aumento del 246% del recibo en los últimos 14 años ni siquiera sirve para devolver todo lo que reclama la concesionaria. El traje a medida que le han hecho a la concesionaria, con todas las inversiones a crédito, sale carísimo a la gente de Lleida y hipoteca las cuentas municipales un poco más.
Quizá por no asumir su responsabilidad, vuelven a poner de escudo a los funcionarios públicos, como han venido haciendo durante todo el mandato. En ningún caso hemos cuestionado la labor de los funcionarios ni su tarea de gestión y fiscalización sobre un contrato que ya de origen daba vía libre a que hubiera un lucro privado desmedido en un bien común como es el agua. No escondan sus responsabilidades políticas por el traje a medida que el PSC -con sus sucesivas mayorías absolutas- le ha hecho a la concesionaria. Empezando por el contrato firmado en 1993 y pasando por decisiones tanto vergonzosas y tanto confrontadas al interés común como la de conceder una prórroga de 19 años a Aigües de Lleida. Una prórroga en la que no se opuso la llamada «oposición» entonces, PP y CIU, que -con su abstención- se ponían una venda en los ojos ante el atropello de derechos de la ciudadanía que suponía perpetuar el contrato hasta el 2037. Quien haya redactado la carta acierta en una cosa: no nos fiamos de los partidos que estuvieron en la oposición porque, por lo que hemos comprobado, de oposición hicieron bien poca.
Y para terminar, si tienen que hacer uso de este espacio nuevamente, entre insulto e insulto al Comú aprovechen para explicar a la ciudadanía para que se niegan sistemáticamente a facilitar a nuestro grupo municipal los documentos que justifican el coste de las obras. Facilitar sólo la liquidación y el listado de las obras es quedarse muy lejos de lo que necesitamos para poder hacer la tarea de supervisión que nos ha encomendado la ciudadanía. Si la ciudad tiene que pagar más de 40 millones en obras, puede que tengamos en detalle la acreditación de lo que la compañía ha hecho. Puede que podamos mirar el desglose de cobros y pagos de la concesionaria, incluida la liquidación del canon anual, porque sólo así podemos comprobar que todo se hace como toca. Sólo si nos facilitan esta información podremos garantizar, entre otras muchas cuestiones, que no hay sobrecostes.
Todo sería más sencillo y abierto si las obras en la red de agua se hubieran hecho con licitaciones públicas, pero debemos recordar que el traje a medida que el PSC hizo a la concesionaria evitaba el concurso público, fuera libre concurrencia y todo a dedo.
Seguiremos pidiendo toda la información para poder hacer bien nuestro trabajo. ¿Si la GAIP ha pedido un procedimiento sancionador a la Paeria para ocultar información económica sobre el servicio del agua, están haciendo bien las cosas y quién está mintiendo?
Grupo Municipal del Comú de Lleida.
Carta del Comú publicada a Segre el dia 1 de febrer de 2018
Carta del PSC publicada en el Segre el 2 de febrero de 2018
