El equipo de gobierno ya ha puesto fecha para consumar la aprobación a toda prisa del Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM) y lo hace con unos plazos que vulneran los derechos políticos y de representación de los grupos municipales, que en menos de una semana (convocan Comisión extraordinaria de Urbanismo para el 27 de marzo) deben revisar una información de miles de folios esencial para el futuro de nuestra ciudad. Plantear en estos términos la aprobación de un documento tan trascendente como el POUM evidencia déficits democráticos graves. Los grupos municipales tenemos encomendada la tarea de supervisar la acción de gobierno y, con este calendario inasumible, vemos vulnerado el derecho fundamental a la representación política con todas las garantías en cuanto que hay una imposibilidad material de analizar la documentación que se nos ha trasladado.
El Comú de Lleida estudiará pedir la suspensión del procedimiento y interpondrá voto particular al expediente. Valoramos que, al igual que en la aprobación inicial, los grupos tenemos que disponer de al menos tres meses para estudiar como requiere todos los informes, memorias y planos que acabamos de recibir.
Por otra parte, conviene recordar que una aprobación provisional a menos de dos meses de las elecciones municipales, con un POUM unilateral impugnado judicialmente, obligaría al Comú de Lleida, de forma conjunta con un futuro gobierno municipal contrario a las nefastas consecuencias que esconde el POUM, a declarar nulo todo el procedimiento y empezar de cero la tramitación de la revisión del Plan General de Lleida. En este punto queremos dejar claro que si fuera necesario no dudaríamos en declarar nula toda la tramitación del POUM para defender el futuro de Lleida. Pedimos sensatez al equipo de gobierno y los partidos que lo han apoyado hasta ahora, Ciudadanos y PP, que tienen en sus manos evitar una aprobación provisional que puede provocar un grave perjuicio económico para la ciudad.
El planeamiento urbanístico para los próximos 15-20 años, tema capital
No nos pueden imponer con prisas a finales de mandato un mal POUM que construye más vivienda de la requerida y obvia las necesidades de vivienda pública, que hace desaparecer parques urbanos y que supone una regresión para la Huerta. Un POUM que profundiza en un modelo de ciudad que lima el bienestar de la gente, que no resuelve problemas de movilidad y crea nuevos, que potencia centros comerciales en las afueras y hunde el pequeño y mediano comercio y que, en definitiva, genera un crecimiento desordenado de la ciudad.
Frente esta Lleida con un futuro nada alentador, el Comú apuesta por una Lleida de calidad, que sea un polo de atracción para la implantación de actividad económica. Queremos una Lleida capital, verde, amplia, amable y queremos poner las bases para convertir Lleida en una ciudad referente, donde sea atractivo vivir y trabajar, con un conjunto de propuestas que el equipo de gobierno tumbó casi en su integridad en el aprobación inicial del POUM. Iniciativas que quieren incidir en aspectos claves del ordenamiento urbano como la cantidad y calidad de los espacios verdes, el aumento y la redistribución de la vivienda de protección oficial, la adquisición de vivienda pública, la ordenación de aceras y calles , la movilidad o la ordenación del espacio urbano en la huerta de Lleida.
