Queremos dejar atrás un modelo de ciudad gris y densa. Queremos una ciudad más verde y saludable, con más pulmones verdes y con los barrios en el eje central del urbanismo. El diseño de nuevas zonas urbanizables de la ciudad debería hacerse priorizando la calidad de vida de la gente que vive y los espacios públicos amplios.
Queremos una ciudad basada en una movilidad sostenible respetuosa con el medio ambiente, un mejor servicio de autobuses, con más frecuencia y menos coste. Queremos menos coches y más carril para transporte no contaminante, con un carril bici de más kilómetros, más conectado, más seguro y con más aparcamientos de bicicletas. Queremos un plan de aceras que convierta la ciudad en un espacio accesible para todos los vecinos y vecinas. Queremos más Zonas 30, con especial atención a accesos a zonas escolares y centros para personas mayores.
Queremos mejorar la iluminación de calles y plazas y de las zonas donde se practica deporte. El ahorro energético no puede ir en contra de la sensación de seguridad y tranquilidad en el uso nocturno del espacio público de la ciudad.
Queremos un plan de actuación para una Lleida limpia, con campañas de sensibilización dinámicas y participativas. La limpieza de la ciudad es una pieza clave en la salud pública. Queremos controlar también la contaminación atmosférica, la acústica que priva de descanso a vecinos y vecinas, y la contaminación olfativa sobretodo en algunos polígonos.
Queremos una Lleida que garantice el derecho a la vivienda y una mejor calidad de vida. Trabajamos para afrontar la necesidad urgente de proveer el ayuntamiento de un mayor número de viviendas públicas para poder hacer frente a la emergencia habitacional: aumentar el parque público de vivienda es una prioridad para la Regidoría de Vivienda.
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