A través de un contrato menor el equipo de gobierno destina 18.137,90 € (IVA incluido) para hacer un censo «de empresas e industrias culturales y creativas de la ciudad de Lleida» con un plazo de diez días en plenas fiestas de Navidad y a entregar, un mes antes de las elecciones municipales, un «proyecto para la promoción e internacionalización de las empresas e industrias culturales y creativas de la ciudad de Lleida».
¿Qué beneficio para el bien común tiene a un mes del final de mandato, el gasto de un proyecto para la promoción e internacionalización de las empresas e industrias culturales y creativas? Pensamos que la redacción del programa electoral de cultura del PSC para las próximas municipales no debería financiar con el presupuesto de la Paeria. El calendario electoral nunca debería afectar la contratación que se hace desde el municipio, como vimos el 2015 -año electoral- en el que había un 20% más de expedientes de contratación que al año siguiente.
Apuesta por la cultura y para aprovechar todos los recursos disponibles para financiarla.
El Comú de Lleida apostamos por la cultura desde una racionalización de los recursos, y ponemos de relieve que este servicio para internacionalizarla ya lo tenemos, lo estamos pagando y se llama Institut Ramon Llull (IRLL). Preguntaremos a la Comisión de Cultura por qué debe asumir la Paeria un gasto que corresponde al IRLL y qué contratos y programas de cooperación ha planteado la Paeria los últimos años con el IRLL. ¿Tiene sentido mantener Lleida al margen de las herramientas de las que Cataluña ya dispone?
Una sola semana para presentar propuestas.
¿Dar sólo 7 días en la convocatoria es la mejor manera de buscar la libre concurrencia de todos los agentes interesados? La contratación externa de bienes y servicios representa más de un tercio del presupuesto del ayuntamiento si incluimos también los contratos de las concesiones. Hay que abrir de par en par la ventana de la contratación y hacerla del todo transparente para que los agentes económicos puedan tomar decisiones informadas. Se recurre de forma abusiva a los contratos menores sin publicidad previa, y sin concurrencia. Una fórmula con tics clientelares, ya que favorece a aquellos actores o empresas más bien relacionados con el poder, al tiempo que lleva al límite el marco que establece la Ley de contratos del sector público.
El Comú apuesta por hacer, siempre que sea posible, licitaciones abiertas por períodos de más de un año, un proceso abierto y más transparente permitiría al Ayuntamiento asegurarse de que contrata la mejor oferta (en calidad, en precio, en medios técnicos y humanos, etc).
