El titular del artículo responde a una derivación de conocido “lo que natural non da, Salamanca non presta”, que como Salmantino y Lleidatà estoy diariamente comprobando.
Sí, estudié en la Universidad de Salamanca, cursé ciencias empresariales; en el Ayuntamiento de Lleida estoy cursando un Master avanzado de Ciencias Políticas y estoy siendo enseñado por catedráticos del todo vale, excepto que venga del Comú, que entonces, ya no todo vale.
Les informo, convecinos, que el pasado 11 de marzo además de conmemorar a las víctimas del salvaje atentado terrorista de Madrid del 2004, Lleida inauguró un monumento (ficticio) al doble discurso. Mientras que a petición de la Comissió Especial de la Transparència de l’Ajuntament de Lleida, el grupo municipal del Comú de Lleida propuso la regulación de los ruegos ciudadanos en asuntos de competencia de la comisión, 23 de 27 regidores no votaron a favor de esta propuesta y los comisionados de PSC, Cs y PP votaron directamente en contra, vetando, de nuevo, la transparencia y la participación a sus administrados.
Carlos González
Hasta aquí, sin novedad en el frente, lo que si es nuevo es la duplicidad de discurso, otros lo llaman coherencia. Ustedes dirán: una misma sesión de trabajo no acepta una propuesta solicitada por la comisión porque no es competencia de la comisión, pero en cambio, tratar el seguimiento de las mociones aprobadas si lo es. Y eso que en la citada comisión se leyó el literal del cartipás sobre las funciones de la Comissió. En resumen, hay regidores que no encontraron nada en el Cartipàs sobre ruegos ciudadanos, pero debieron encontrar que el seguimiento de las mociones, exclusivamente por parte de los regidores y grupos políticos, es plenamente competencia de la Comissió de la Transparència. O eso, o es que realmente la Universidad no me sirvió de nada.
Y en esas estamos, ya preguntaremos en la siguiente sesión a la presidencia donde se recoge el seguimiento de las mociones en el Cartipàs municipal, y a la regidora de Transparència preguntaremos cuanto cuesta el sistema informático implementado para dicho seguimiento tan poco transparente, y así ustedes, decidirán si lo que el Cartipàs non dona, Lleida ha de pagar.
Artículo de Carlos González (regidor del Comú de Lleida)
