La empresa concesionaria del servicio de transportes urbanos de viajeros de Lleida, reclama a la Paeria 837.474€ y exige que los cambios en la concesión se realizen por escrito, constatando la misma improvisación que se hizo evidente con la concesión de los radares. El resultado de tal despropósito se hace evidente en los registros de usuarios de 2014, un tercio por debajo de las previsiones de viajeros iniciales pese a que la subvención se disparó más de 1.3 millones sobre la estimación de partida. El Comú de Lleida lamenta el coste que supone para los ciudadanos la improvisación y las modificaciones verbales que de nuevo imperan el el modus operandi del actual equipo de gobierno. Ante semejante despropósito, el Comú propone un proceso de remunicipalización que conduzca a una gestión sostenible del servicio de autobuses a través de una Cooperativa de Transportes
Autobusos Lleida SA, concesionaria del servicio de transportes urbanos de viajeros de la ciudad de Lleida, reclama a la Paeria 837.474€ con el fin de restablecer el equilibrio económico del año 2014. Además, solicita una modificación de los presupuestos municipales o la creación de una nueva partida presupuestaria en el año 2014 para cubrir el pago de la subvención devengada por la prestación del servicio. Y lo que es más sorprendente, solicita que las modificaciones del servicio ordenadas por el Ayuntamiento sean aprobadas expresamente, al igual que la liquidación definitiva del año 2013, la liquidación provisional del ejercicio 2014 y el precio por kilómetro de los años 2013 y 2014.
Esta reclamación para que la Paeria confirme por escrito a la empresa todos los cambios que decide el gobierno municipal denota que la concesionaria no se fía del gobierno y que los cambios se han hecho sólo de palabra, lo que evidencia de nuevo, como ya constatamos con los radares, la improvisación y pésima gestión que caracteriza la acción de gobierno.
Si analizamos qué paso durante 2014 con la partida presupuestaria correspondiente, vemos que inicialmente se dotó con 5.300.000€. En la segunda modificación de presupuesto del 2014, se incrementa dicha partida en 520.000€. Pero estas cantidades serán insuficientes para cubrir el importe estimado de la subvención descrito en el Acuerdo Segundo de la Modificación del Contrato. Dicho acuerdo fue aprobado en julio de 2012 y obedece a las cláusulas 8 y 24 del contrato original firmado en 2002, que dice que si bien el Ayuntamiento tiene la potestad de modificar el servicio por interés público, será respetando siempre el equilibrio económico de la concesión.
2014: Un tercio menos de viajeros de los previstos mientras la subvención se dispara más de 1.3 millones sobre la previsión
Para entender el coste del servicio de transporte público para el conjunto de la ciudadanía de Lleida, tenemos que tener en cuenta diversas cifras: el número de viajeros de pago respecto al total, los kilómetros totales de servicio y el coste estipulado -según pliegos- del kilómetro de servicio y del kilómetro adicional.
En 2014, según las previsiones hechas en 2002 por Autobusos de Lleida S.A., la empresa iba a dar servicio a 8.290.601 viajeros. La realidad ha sido que el año pasado utilizaron el servicio 5.599.258 personas (2.691.343 menos que los que se habían previsto, es decir un 32,4% por debajo de la previsión inicial). Una cifra muy alejada del máximo histórico de 2010, en que se registraron 6.547.401 usuarios.
El precio por km de servicio se estableció para 2014 en 5,12€, el coste por kilómetro adicional, en 3,85€, mientras que el número de kilómetros totales fue de 1.812.323.
Como la Empresa concesionaria establece unos gastos anuales de casi 10 millones, la diferencia entre la recaudación por venta de billetes y los costes del servicio, cifra que da lugar a la subvención por parte de la Paeria, asciende a 6.632.667€, lejos de los 5.300.000€ presupuestados en 2014. Es decir, se pierde un tercio de viajeros respecto a lo previsto pero, además, se incrementa el coste ya que la subvención prevista se dispara en 1.332.667 euros de más.
Si bien el gasto municipal en buses correspondiente a 2014 es especialmente alto, la media de subvención municipal entre 2006 y 2014 es de 5.637.107€ anuales o, lo que es lo mismo, la Paeria ha gastado 50.733.971€ en los últimos 9 años de autobuses privatizados.
Cabe remarcar que Autobusos de Lleida S.A. declaró entre 2006 y 2012 unos beneficios ante el Registro Mercantil de 1.554.417€, según las cuentas anuales depositadas. En 2013, último ejercicio auditado, reconoce unas pérdidas de 466.495€, que compensará con futuros beneficios.
El informe técnico de 2002 establecía un gasto inferior a los 17 millones de euros en la primera década de buses privatizados. Una cifra que ha quedado escandalosamente por debajo de la realidad, ya que en tan solo 9 años (2006-2014) la ciudadanía de Lleida, tanto quienes van en bus como quienes no, ha pagado por el servicio de autobuses más de 50 millones de euros, concretamente 50.733.971€, cerca del triple de la cifra prevista.
Según la estimación realizada a principios de año por la empresa al enviar la liquidación provisional a la Paeria, se efectuarán durante este 2015 un mínimo de 1.925.423 Km, lo que previsiblemente hará que la subvención ascienda por encima de los 7,2M€.
Mientras, el precio que pagan las personas que utilizan este transporte público con un billete sencillo ha subido un 26% en 6 años. Y los que viajan con bonos de 10 trayectos (T10) han visto como entre 2008 y 2014, la tarjeta les cuesta un 71% más, de 5,7€ a 9,8€. Y el equipo de gobierno, lejos de intentar reducir estos costes con un estudio pormenorizado, escoge una tendencia electoralista y, de nuevo, improvisada: aumenta servicios, crea nuevas líneas, alarga trayectos y crea tarjetas gratuitas en un claro ejemplo del “invito yo, pero pagas tú”.
En busca de los culpables: los políticos, la crisis inducida por ellos o la empresa
En 2002, se aprobó en el Pleno la venta de la empresa municipal Autobusos Lleida por 729.576€ al Grupo Sarbus con los únicos votos favorables del PSC, entre grandes críticas de la oposición del momento: CiU, PP i ERC. Incluso el entonces socio de gobierno ICV votó en contra de la venta.
Mientras que en 2012, la renovación de la concesión por otros 10 años y una prórroga de 5 años extra hasta 2027 no tuvo oposición alguna y se aprobó con los votos a favor de los 15 concejales del PSC y las abstenciones de los de PP y CiU. Podemos igualmente buscar culpables en la mal llamada crisis económica, pero analicemos los datos de los viajeros.
Desde el inicio de la misma, allá por 2008, el número de usuarios ha ido incrementado hasta mayo de 2011, año de las últimas elecciones municipales. Como numerosos estudios de movilidad revelan, el autobús es un medio de transporte más económico para el usuario que el vehículo particular. Pero desde entonces, el número de viajeros se ha reducido en 1.839.278, un 26,94% menos que el máximo obtenido en 2011, por motivos como la reducción de kilómetros, el incremento exagerado del precio del viaje, la duración de la estafa llamada crisis o, simple y llanamente, un servicio inadecuado a las necesidades de la población.
Podemos incluso culpar a Moventis de la pérdida de viajeros, pero si una empresa que es capaz de gestionar con acierto el servicio en el Área Metropolitana de Pamplona, con una población de 380.000 habitantes y con más de 39 millones de viajeros anuales, hemos de suponer que tiene capacidad, estructura y conocimientos para mayores retos. Además, el Ayuntamiento de Pamplona, pese a tener más habitantes que Lleida, dedica a la subvención del servicio menos de tres millones de euros anuales, la mitad de lo que gasta Lleida en sus autobuses.
La reestructuración de recorridos y horarios hecha en Lleida en 2013 fue una gran chapuza. Si bien tenía un claro objetivo de ahorro económico y un respaldo del Pleno de la Paeria, ha generado quejas constantes de vecinos y ha motivado remodelaciones hasta un año y medio después.
Huelga de trabajadores ante el recorte de derechos laborales que afecta el servicio y su seguridad
La plantilla de autobuses ha convocado una huelga derivada de la negociación del nuevo convenio colectivo de trabajadores para el 2015. La convocatoria se debe a la intención, por parte de la empresa, de pulverizar derechos laborales conseguidos, como es el aumento de la jornada laboral y el abaratamiento de la compensación de la hora extra, entre otras cosas. Actualmente, la inspección de trabajo visita y expedienta la empresa regularmente por incluir en los cuadrantes anuales horas extraordinarias estructurales y que son abonadas parcialmente y en parte recuperadas en descanso.
Otra de las problemáticas de la actual gestión de los autobuses de Lleida es la subcontratación de la empresa Ervin para hacerse cargo del servicio de talleres y mantenimiento de los vehículos. Esta subcontratación está permitida por la Paeria mediante una interpretación, muy beneficiosa hacia la empresa, de la cláusula 31 del pliego inicial de condiciones administrativas y técnicas que dice: “La subcontratación sólo podrá recaer sobre prestaciones accesorias”. Derivada de esta subcontratación llegó la reconversión de mecánicos en conductores y el empeoramiento progresivo del estado de los autobuses y, por consiguiente, de la seguridad vial en general. Cabe añadir que desde 2014, sólo existe un puesto de trabajo en Autobusos Lleida S.A. para personal de talleres, de ahí la sospecha del uso de “contabilidad de costes creativa” para imputar el coste del mantenimiento en el coste del servicio.
La sostenibilidad a largo plazo del servicio no puede ser la que plantea el actual equipo de gobierno de incrementar el número de personas que viajan gratis en los autobuses. Tenemos la convicción de que el hecho de entregar carnets T-Temps es una medida temporal y propagandística, y resulta insostenible económicamente a medio plazo. Más cuando hay otras necesidades sociales urgentes, como podría ser, por poner un ejemplo, incrementar los 9.000€ destinados a la campaña de apoyo a los temporeros.
La confusión que desde 2013 padecen los usuarios actuales por la continua remodelación, adaptación, cambios de frecuencias, de paradas y otras chapuzas, provoca que muchos opten por ir andando antes que esperar el transbordo o al siguiente bus.
Una alternativa Cooperativista para el bien común
El Comú de Lleida propone un proceso de remunicipalización, como ya ocurrió en 1985, pero bajo la fórmula jurídica de Cooperativa de Transportes vertebrada en 3 socios cooperativistas: empresa concesionaria, plantilla de trabajadores y trabajadoras (con igual peso en el capital que la compañía) y Paeria.
Esto permitirá una gestión sostenible y reducirá costes económicos. La eliminación de la externalización del servicio de mantenimiento y talleres, supondrá una mayor implicación de la plantilla, y evitará la injerencia del político de turno en la gestión directa del servicio, puesto que tendrá que buscar el consenso con el resto de agentes, manteniendo el Ayuntamiento la mayor parte del capital de la Cooperativa porque así lo exige la seguridad jurídica. Y debido a que la actual concesionaria tiene garantizado el contrato hasta el año 2022, es una fórmula que permite a la empresa mantener el equilibrio económico. A la vez, esta fórmula le permitirá aportar los conocimientos y experiencia adquiridos durante este tiempo, y una implicación de los y las trabajadoras también en la gestión, creemos que además facilitara las negociaciones del nuevo convenio colectivo porque el hecho de tener igualdad de peso en la nueva sociedad cooperativa obligará la intervención de la Administración en búsqueda del consenso y la paz social.
Privatizar y llevar a cabo una pésima gestión: la factura más cara para la ciudadanía
Como se evidenció en denuncias anteriores del Comú (radares, La Caixa,…) nuevamente la parte perjudicada de esta pésima gestión es la ciudadanía. Los usuarios deben pagar más por el servicio, mientras que las personas no usuarias también han de abonar más a la concesionaria. Y todo mientras la empresa, haciendo caso a la lógica capitalista, declara beneficios contables. Creemos que debemos denunciar esta gestión personalista del Candidato a la Alcaldía del Grupo Municipal del PSC puesto que entendemos que contradice lo que aprobó el pleno del Ayuntamiento en 2012. El pleno optó por una racionalización del servicio que está muy lejos del procedimiento administrativo que se está impulsando, basado de nuevo en la improvisación y las modificaciones verbales, muy costosas para la ciudadanía.
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